El minimalismo en la decoración: Lo que es y lo que no
El minimalismo es, sin duda, uno de los más populares en decoración, junto con el estilo urbano o el estilo bohemio.
Se trata de uno de los estilos de decoración más interesantes porque su secreto está en la definición de ambientes con sencillez, elegancia y el uso de una paleta de colores corta, pero sutil, donde predominan más los matices que los tonos.
Algo en lo que vamos a hacer hincapie es en que el minimalismo hace de la sencillez un verdadero arte. Y a menudo, los diseños minimalistas, tan despojados y armoniosos, llevan realmente muchisimo trabajo de planificación y diseño.
Orígenes del minimalismo
El estilo minimalista cobra fuerza en la decoración contemporánea en la plena posguerra, luego de la 1° Guerra mundial, donde las personas simplemente carecían de muchos bienes, basicamente porque habían sido despojadas de todas o la mayoría de sus pertenencias. Por lo que se podría decir que este estilo es hijo de la clases medias o medias bajas, para luego ascender al ver que se trata de un estilo de diseño realmente muy elegante y distinguido.
El corazón del estilo minimalista es, esencialmente, el de crear ambientes funcionales, donde el mobiliario sea exactamente el necesario para la optimización de los espacios y la utilización habitacional.
El minimalismo de las cosas
Una forma de poder entender claramente el minimalismo es tener en claro qué no es el minimalismo. En este aspecto, el minimalismo no es sinónimo de tener pocas cosas en un ambiente.
En este estilo, no se trata de la cantidad, sino de la funcionalidad de las cosas. Las mesas, sillas, cómodas, están en la medida en que sean funcionales al ambiente que se está recreando. El corazón del estilo minimalista es, esencialmente, el de crear ambientes funcionales, donde el mobiliario sea exactamente el necesario para la optimización de los espacios y la utilización habitacional.
Uno de los aspectos más interesantes es el vacío como elemento de decoración. En el minimalismo, es la falta de objetos lo que predispone a los sentidos a percibir la sutileza de la composición de sus ambientes. En este aspecto, son las no-cosas las que toman una parte fundamental a la hora de planificar una decoración minimalista.
Otro aspecto interesante es el uso de la símetría en la forma de los objetos que componen el ambiente. En este aspecto, el estilo bebe directamente de la influencia del arte minimalista, el cual basa su directriz en formas geométricas repetitivas y de líneas precisas. En la composición de ambientes del minimalista moderno, no se ven objetos que rompan con la simetría del resto, hay una composición uniforme del todo, donde cada una de las partes no se destaca particularmente por sí misma.
En el estilo se aprovechan elementos naturales para la decoración, como piedras.
Menos tonicidad y más matices
Exacto. El truco del estilo minimalista es la utilización inteligente de la (falta de) tonalidad. Dentro de las composiciones minimalistas veremos que predominan escalas cromáticas muy cortas, de no más de 4 tonalidades, generalmente se trata de grises, beiges o tonos crema, más bien pálidos. Y acá está el secreto y quizás el arte del estilo: En el minimalismo, lo que resalta los espacios no son los colores en sí mismo, sinó la perfecta armonía a partir de la conjugación de los tamaños de los objetos que componen los ambientes.
En la composición de ambientes del minimalista moderno, no se ven objetos que rompan con la simetría del resto, hay una composición uniforme del todo, donde cada una de las partes no se destaca particularmente por sí misma.
Un living ambientado de forma tipicamente minimalista: armónico, simple y con pocas texturas.
Los muebles en el estilo minimalista
El estilo abraza a los muebles de materiales orgánicos y con poco procesamiento, en este sentido, se pueden encontrar mesas de madera o vidrio con soportes metálicos. También es clave considerar la gran presencia de lineas rectas en general, con ángulos bien definidos y colores que tiendan a mimetizarse con las paredes o la textura de los pisos, manteles, cortinas o alfombras.